Principios éticos universales cuya práctica consciente evita causar sufrimiento. Son cinco: ahimsa (no violencia), satya (verdad), asteya (no robar), brahmacharya (preservación de la energía física y emocional), aparigraha (no acumular)

Principios que nos ayudan a cultivar y avanzar en la práctica. También son cinco: saucha (pureza), santosa (estado de ecuanimidad), tapas (fuego purificador), svãdhyãya (autoestudio y de las escrituras fundamentales de la ciencia del yoga), iśvara-praṛidhāna (rendión del ego ante lo que es Supremo).

Asana en sánscrito es “postura cómoda, firme, estable”, de acuerdo con los Yoga Sutras (stira sukham asana). Las asanas son parte integral del Yoga y tienen como propósito mantener el cuerpo sano vital para seguir avanzando en el camino hacia el objetivo final del Yoga que es la autorrealización del Ser.

Prana significa energía vital, una vibración sutil que hace que todo se mueva. El prana comprende desde las dimensiones físicas, hasta las dimensiones cósmicas.El pranayama, por lo tanto, es el cuidado de la energía vital desde el contacto con la respiración consciente, profunda y completa.

Pratyãhãra se traduce como el retiro de los sentidos, es decir, poner los sentidos al servicio de la búsqueda interna de la autorrealización del ser. Esta práctica no busca negar las manifestaciones sensoriales, sino trascenderlas.

Es la fijación o retracción de la mente en un objeto sin interrupciones, lo cual conduce al estado meditativo.

La meditación es dhyãna, es decir, la absorción total de la mente. En la meditación se manifiesta el estado de gozo cercano a la unión de cuerpo, mente y espíritu.